En menos de dos meses, dos jet privados de funcionarios del Gobierno del presidente Nicolás Maduro salieron de las pistas de aterrizaje venezolanas para no volver a tierra firme.
El primero de ellos se precipitó a pocos metros de la península de Macanao, en Nueva Esparta, el segundo cayó a cinco millas náuticas de Naiguatá, estado Vargas.
Catorce fueron las víctimas entre ambos siniestros, todos ligados al gobierno de Nicolás Maduro.
El primero dejó nueve cuerpos en el fondo del mar. Se trataba del capitán mayor, Alex Durán y los tripulantes Miguel Brito, Kenin Porte, René Ramírez. Además de dos pasajeras, Daniela Sparacino y María Ridzewsky.
La segunda aeronave cayó la madrugada del sábado 19 de agosto, en las costas de Vargas. Se trataba de un Lear Jet 25, siglas YV3191, donde viajaba Miguel Pérez, hijo del ministro de Comercio Exterior, Miguel Pérez Abad y el connotado empresario Luis Picardi, en este caso, el rescate se logró en tiempo récord.