Lo que los venezolanos vivimos a diario solo tiene comparación con países que atraviesan cruentas guerras civiles como Siria. Los venezolanos, todos los días, sino estamos es las calles exponiéndonos a la violencia de las Fuerzas Armadas, los colectivos y del hampa común, estamos en una sola odisea atravesando las ciudades y hasta el país, en la eterna búsqueda de alimentos y medicinas, para no morirnos de hambre o desahuciados. Somos uno de los países más pobres del mundo en verdad, cuando hace nada, éramos de los más ricos. Pocos países, por no decir ninguno, ha atravesado semejante cambio tan drástico en tan poco tiempo.
Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro no lo debe ver así, total… él debe seguir pesando lo mismo o hasta más, cuando millones de venezolanos hemos perdido 9 kilos en promedio en lo que va de año, por no mencionar la situación de desnutrición infantil y los más de 20 niños que han muerto por falta de comida en el transcurso del 2017.
Con esta introducción, les presentamos el nuevo artículo que publicó el diario The Miami Herald, en donde indica que, desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales estadounidenses, este gobierno corrupto ha invertido millones de dólares en lobistas para que le concedan favores con el país del norte. Mientras, nosotros nos podemos seguir muriendo de hambre… ¿apertura de un canal humanitario? ¿qué es eso?
Resulta que el gobierno venezolano ha gastado por lo menos $1.3 millones en cabilderos en Washington a través de su filial Citgo, la petrolera con sede en Houston. Tres firmas de cabildeo de Washington representan en este preciso momento, al gobierno de Nicolás Maduro en la capital estadounidense y ejercen presión en el Congreso, la Casa Blanca y el gabinete, sobre temas como “refinación de combustible” y el “impacto potencial de las políticas energéticas de Estados Unidos sobre las operaciones de Citgo vinculadas a los consumidores estadounidenses”.
Pero la verdad es que el Gobierno considera su inversión en los cabilderos una forma de enfrentar las posibles sanciones al suministro de crudo venezolano a Estados Unidos, cuestión con la que el gobierno de Donald Trump ha amenazado de llevarse a cabo la Asamblea Constituyente.
“Esos gastos de cabildeo son una parte pequeñísima en comparación con las pérdidas económicas potenciales si se implementan las sanciones petroleras”, dijo C.J. Giménez, hijo del alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, quien es cabildero y abandonó Avenue Strategies, una firma creada por antiguos asistentes de campaña de Donald Trump, después que la firma decidió tomar a Citgo como cliente.
Y todos entendemos ya desde hace bastante tiempo, con qué fin manejan el petróleo “que ahora es de todos”. Es sencillamente el oro negro que se usa para financiar su enroscamiento en la silla de Miraflores.
De esta forma, para garantizar el futuro del régimen de Maduro ante la intensa presión tanto interna como externa, Venezuela usa las firmas de cabildeo Avenue Strategies, Cornerstone Government Affairs y VantageKnight. Todas tienen buenas relaciones en la capital nacional y gastan grandes cantidades de dinero a nombre de empresas de la talla de Google y Citigroup. Además, su personal está compuesto en parte por antiguos asistentes legislativos que conocen bien el Congreso norteamericano.
VantageKnight, una firma creada por el estratega demócrata y abogado Manuel Ortiz, gastó $540,000 a nombre de Citgo para cabildear sobre el “impacto potencial de las restricciones de las políticas de energía y asuntos exteriores de Estados Unidos sobre las operaciones de CITGO Petroleum Corporation y la valuación de sus activos” y “asuntos relacionados con sanciones” en el 2017.
Ni VantageKnight ni Ortiz respondieron a una solicitud de comentario. La operadora de una oficina en Houston de la petrolera estatal venezolana PDVSA, propietaria de Citgo, colgó el teléfono cuando un reportero la contactó.
Citgo siente la presión en Washington, desde donde legisladores han cuestionado la promesa de PDVSA de colocar el 49.9% de sus acciones en Citgo como garantía de un préstamo del gigante petrolero del gobierno ruso, Rosneft, porque ello pudiera hacer que Moscú tenga control indirecto sobre los activos estadounidenses de Citgo, que incluyen tres refinerías, nueve oleoductos y docenas de plataformas de petróleo.
Un grupo bipartidista de senadores, entre ellos Rubio y el senador Bob Menéndez escribieron una carta al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, en la que expresaron serias preocupaciones de seguridad nacional sobre el potencial de que “infraestructura crítica de energía” controlada por Citgo, pueda quedar en manos de Rusia y colocar a al presidente Vladimir Putin y sus aliados en una posición de influencia sobre los precios de la gasolina y la refinación de petróleo en Estados Unidos.
Aunque el cabildeo a favor de Citgo continúa en Washington, el cabildeo a nombre de PDVSA se ha interrumpido. Las dos firmas que trabajaron a nombre de PDVSA en el 2016 dejaron de representar a la compañía en el 2017.
Una de las firmas que representaba a PDVSA, Rasky Baerlin Strategic Communications, tiene como vicepresidente senior a David Tamasi, ex presidente del fondo Trump Victory.
Ni Tamasi ni su personal respondieron a una solicitud de comentario sobre su labor. En abril, Tamasi, quien recientemente comenzó a representar al gobierno de Georgia, parte de la antigua república soviética, le presentó un informe de interrupción de servicios de cabildeo a PDVSA.
Desde que Maduro asumió la presidencia en el 2013, el cabildeo en Washington a nombre de clientes en Venezuela asciende a $7.8 millones, según registro de cabildeo del Senado.
Con esto, no solo que los enchufados del Gobierno y su séquito de boliburgueses se robaron la plata mediante guisos que estafaron al pueblo venezolano y desfalcaron a la nación, sino que ya aún desde la carraplana, el gobierno de Nicolás Maduro sigue botando la plata en objetivos que no le interesan al país, sino solamente al minúsculo grupito de la “cúpula podrida” que se quiere enroscar en el poder por toda la eternidad.
Y a todas estas, ¿no y que el imperialismo era malo?